Page 150 - Guerrillas y montoneras durante la Independencia - Vol-2
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Volumen 2
Documentos de 1821
anuncia Gomes de Acarí: todos tres puntos estan inmediatos a este lugar, y asi
es peligrosisimo que hagamos la jura sin tener fuerza porque vendrán partidas
que nos acaben y arruinen, gente tenemos y muy decidida como he dicho,
pero ella misma conoce que es un sacrificio esponernos con temeridad.
Para que la cosa se haga con el buen exito que deseo ocurro a U. por
medio del oficial conductor de este que lo es el alferes Don Isidro Negrillo
a efecto de que me remita con el mismo doscientos fusiles, cien sables, y las
municiones necesarias, que al fin este lleva doscientos pesos para pagar los
fletes, y si se necesita mas dinero suplico a U. los supla, que yo con su aviso
los satisfare. Aun pediria a U. mas armas por que gente tenemos mucha; pero
concidero que con los cincuenta de Acarí y los doscientos hombres armados
tengo para impedir qualquiera ataque ó contradiccion enemiga, á mas de que
yo procuraré habilitar alguna tropa de cavalleria; y es el designio con que pido
los sables.
Puede suceder que U. tenga alguna desconfianza de mi, pues asi casi
me lo indica su nota de cinco del corriente. Son en los que mandan justas las
sospechas, quando aun no hay un largo conocimiento de las personas que se
fian, pero desheche U. esos temores soy de un caracter muy formal, decidido
desde el principio, y el mas amante de nuestra causa de Patria.
Mi palabra doy no solo de ser fiel sino de que haré cuanto este en mis
alcanses, hasta derramar la ultima gota de mi sangre en la defensa mas para
esto es preciso que U. me remita a la mayor brevedad las armas dichas cierto
de que a su venida se vendrá tambien la partida de Acarí, y ya de ese modo
podremos proclamar la independencia y entrar en empresas dignas de toda
consideración. No solo debo jurar aqui, sino en todo mi partido que abrasa
hasta Siguas lugar muy inmediato a Arequipa, y asi necesito del auxilio dicho.
El Doctor Cordoba, cura de Salamanca me escribe que de sola su voz
estan pendientes cuatro mil hombres de su Doctrina y las inmediatas. De
Ocoña y Camaná me aseguran tambien los amigos que solo aguardan mi lle-
gada para de una sola ves reventar y asi no tenga U. el menor cuidado que en
el mismo instante que lleguen las armas, dando el oportuno aviso se curará en
todo mi partido de Camaná, en el de Condesuyos, y resto del de Parinacochas
con lo que ya el enemigo quedara seguramente atolondrado y sin recursos.
Yo mismo habia resuelto pasar a esa Comandancia General por el ar-
mamento dicho, o por alguno mas si se podia; pero todo el pueblo me lo ha
impedido, diciendome que necesita de mi persona para las ocurrencias y mi
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