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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Guerrillas y montoneras durante la Independencia
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Cerro y octubre 27 de 1821
Excelentisimo Señor
Por los abisos continuos que tenia del desorden en que estaban los
enemigos entretenidos con el sagueo y ebrios continuamente dispuse tirotear-
los de noche, por barios puntos, dejando apoyada mi retirada, por las mon-
toneras, que tenia situadas en la colinas de los cerros, con un numero consi-
derable de galgas, para esto oficié repetidas ocasiones al Capitan Risco, que
tenia como tres cientos hombres, para que se me reuniese, y todo fue inutil,
sin embargo de haberlo trancripto el oficio de V.E. en el que me faculta para
pedir las fuerzas, de las Provincias limitrofes, y ponerlas a mis inmediatas or-
denes, para decir que ya las habia distribuido por varios puntos temeroso de
que le fuesen a sorprender a su Presidente. Sin hacerse cargo de que mediaban
sesenta leguas, visto de que se pasaban los dias, y que el enemigo la cupletado
con mas de sinco mil marcos que habia tomado, se fuese, resolvi el 24 venir a
tirotearlos con los veinte granaderos, y algunos tiradores, y en el camino resiví
parte, que al amanecer ese dia, se habian retirado, llebando cuarenta y tantas
mulas cargadas entre ellas quince de leña, y presos entre otros bascos á Don
Juan Pesolli y Don Juan Pitó que salieron conmigo de esa, para que exponga
ante el Virrey, el estado de la Capital, y de la ida del Cocran.
Al dia siguiente entré en esta poblacion, en la que se me presentaron
tres soldados desertores del enemigo y permanecí hasta las ocho de la noche
en que me retiré, a distancia de una legua, porque el enemigo permanecia en el
pueblo de Carguamayo seis leguas de buen camino; el 26 de madrugada bolví
a ocupar la poblacion; y al entrar se me presentó el comun del pueblo de Paria,
con tres prisioneros del enemigo, que se havian retirado de camino a tomar
unos caballos.
El Enemigo há continuado su marcha hasta Tarma, y há incendiado
los pueblos de Ninacaca, y Reyes, siendo en este ultimo el poco resto de casas,
que dejó el tirano Ricafor.
Algunos becinos españoles y el Americano Don Miguel Mays han
emigrado con las tropas enemigas y ya tengo libradas ordenes, para que se
embarguen sus bienes.
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