Page 1088 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen  7
                                                              Causas criminales contra los rebeldes
            (Sobrescrito: A mi señora gobernadora doña Micaela Bastidas, guarde Dios
            muchos años en el pueblo de Tungasuca).
            [Carta de Mamani a la Bastidas mandándole víveres y ropa. Diciembre 6,
            1780].
            Señora Gobernadora doña Micaela Bastidas.
            Muy señora mía y todo mi mayor aprecio: Recibí el de vuestra merced con
            grande gusto y mandé con la Candelaria que vuestra merced me pide, que
            son cuatro moldes de quesos, cuatro cajetas de mantequilla, una carga de sal,
            medio zurrón de yerba, un calentador de cobre, tres corvinas, un cajón de
            servilletas, tres resmas de papel y plomo. También lleva los vestidos de don
            Manuel de San Roque, ropa blanca, medias y otras cosas que no pongo aquí.
            Vuestra merced avisará todo lo que lleva tengo apuntado en un mita.
            Nuestro Señor guarde la vida a vuestra merced muchos años para mi amparo.
            Tinta, 6 de diciembre de 780.
                                                Muy señora mía
            Besa la mano de vuestra merced su
            muy seguro servidor.
            José Mamani
            (rubricado)
            [ Mamani comunica a la Bastidas que entregó víveres y animales a María Es-
            quivel. Diciembre 7, 1870].
            /. 12
            (Sobrescrito: A mi señora gobernadora doña Micaela Bastidas, guarde Dios
            muchos años en el pueblo de Tungasuca).
                    Señora Gobernadora doña Micaela Bastidas.
            Muy señora mía y todo mi aprecio: Recibí el de vuestra merced con grande
            gusto y muy enterado lo que vuestra merced me dice en la suya, las nueve
            fanegas y ½ de harinas y ocho costales de chuño, burros, mulas entregué por
            esta esquela que vuestra merced me manda ayer con un portador a doña Ma-
            ría Esquivel, mujer de Cisneros, esta mañana a las diez del día se los llevó todo
            menos una fanega que estaba cernida en casa, no tenía en que cargar dicha
            harina. Ayer escribí a vuestra merced tarde a las oraciones con un propio, sig-
            nificándole a vuestra merced sobre este asunto con un indio seguro que vive
            distancia de una legua de este pueblo /.12V que ahora pasaré a averiguar si las
            ha entregado a vuestra merced o no, que no tengo de donde mandar pan sólo
            queda una fanega que mañana mandaré amasar.



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