Page 859 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            digno Laurente, y entonces se fue dicho cura huido hasta Paruro. Con lo que
            concluyó a su declaración y se ratificó en ella y dijo ser de edad de treinticinco
            años, de que para que conste firmé en dicho pueblo con los testigos presentes.


            Ramón de la Llave
            (rubricado)                                               Antonio Núñez
            (rubricado)
            Francisco Riquelme
            (rubricado)


            [Declaraciones colectivas y acusatorias contra Matías Laurente].


                    En dicho pueblo, día, mes y año el común de todos los indios de dicho
            y en especial el Alcalde Ordinario Julián Quispe, racional / . 2 castellanista
            declararon todos unánimes que el dicho Matías Laurente ha sido siempre ma-
            lévolo de malas entrañas y que siempre aborrecía al español y era sectario. De
            modo que era enemigo de curas, ayudantes, cobradores y de todo español y
            mandaban robar papeles ajenos y falsear firmas por dañar al prójimo y quitar
            chacras. Y que siendo de esta naturaleza se introdujo y se ofertó al rebelde
            Tupa Amaro pretendiendo tener mando y que en cuanto lo hizo su capitán,
            comenzó a despachar al Cuzco toda la gente con rigor y de allí llevó la gente
            para Quigrares y peligraron quince indios por su arresto. Asimismo al alto de
            Pucacasa y Yanacocha a guardar por dos o tres meses comandándolos a fuerza
            de sus iras los llevaba y al que no lo ejecutaba lo quería ahorcar, para cuyo fin
            mandó parar una horca en la plaza de dicho pueblo.
                    Item dijeron que entre el Cacique de Pirque, Urpide hacían estos aten-
            tados con todo anhelo y rigor, de modo que una vez que el dicho Laurente
            despachó dos indios donde Urpide, después de castigarlos y casi muertos (por
            no ejecutar estos los preceptos con prontitud) el citado Urpide como juez de
            ellos, los tuvo presos mucho tiempo.
                    ltem, declararon que una noche asimismo hizo gente el dicho reo Lau-
            rente y le pegó fuego a la casa de su cura, y su mujer del malévolo con un
            deudo suyo y un indio Francisco Quispe, apagaron dicho incendio con unas
            mantas mojadas, de cuya piedad y defensa resultó que el expresado indio Lau-
            rente fajó a rejonazos con los tres y los hirió malamente, y de este susto cuasi
            peligra el expresado su cura.



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