Page 329 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
[Comunicación sobre provisiones que envía Pedro de Alvarez a Túpac Amaru].
Señor gobernador don José Gabriel Tupa Amaro Inca.
Muy venerado señor y todo mi respeto: recibí las dos cartas que vuesa
merced me escribe, y visto su contexto, ejecutaré sus órdenes con muy fina
voluntad. Hoy lunes pasaré con toda la gente de Cupya, por la quebrada de
Capona, a juntarme con don Simón Curasi, porque hemos tenido cierta noti-
cia como Solorio y los demás paucartambinos han salido para el Cuzco con-
duciendo trece piaras de coca, y dicen que los indios de Lares los están guar-
diando hasta que lleguemos, y puede ser que los picaros de Paucartambo los
paguen a tanto daño que hicieron aquí.
Ahí lleva una piara de sebos de Lauramarca, la sobra que dejaron los
de Paucartambo, que entregara don Antonio Avila, la cuja despacharé después
porque en espalda irá mejor que ahora está ocupada la gente. Quedan todavía
cuatro quintales de sebo, y dicen estos indios que ha de ser para la corona de
la virgen, porque todo lo habían desnudado los pícaros, hasta zarcillos, sorti-
jas, de todas las estancias hicieron así. En la casa grande no ha quedado nada
porque todo lo desmantelaron. Del sebo que queda vuestra merced ordenará
lo que le pareciere. Suplico por Dios me envíe un cuadernillo de papel para
hacer cuadernos para apuntar todos los ganados de las haciendas que quedan.
Y a Dios quien me lo guarde por muchos años. Ocungate y Marzo 5 de 781.
De vuesa merced su seguro servidor y fiel criado
Pedro de Alvarez
(firmado)
[Advertencias de Túpac Amaru a su primo Luis Pumainga. Marzo 4, 1781].
Señor don Luis Pumainga.
Primo: he tenido noticia cómo el señor cura ha hecho publicar no sé
que auto. No sé cómo usted se descuida en hacer que no hagan tales dispa-
rates, pues el señor cura no tiene a qué meterse, y me aseguran que andan
diciendo que viene el visitador, y así, aunque venga quien viniese, de allá no lo
dejen pasar. Sólo dos o tres sacerdotes que vengan pasarán registrándoles las
armas.
De aquí también pasarán con mi pase, y en el pase ha de decir quienes
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