Page 206 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen 4
Conclusión de la rebelión
El Inspector recogidas todas las columnas tuvo orden de seguir pacifi-
cando terrenos. Llegó hasta Puno cuya via estaba combatiendose en la actua-
lidad; ni quizo auxiliarla y al dia siguiente resolvió hacer su regreso sin querer
dejarle al Corregidor de la Villa, armas, gente y dinero; con lo que este Corregi-
dor que desde luego al principio se habia defendido tan valerosamente y habia
servido de un muro impugnable para que la indiada de la tierra arriba no pasase
por aca, se ha venido con todos sus habitadores. Lo mismo han hecho todos los
que quedaron con vida en las provincias de Lampa, Azangaro, Carabaya, Tinta
y de todas las inmediatas de Chucuito y el Inspector entra hoy con su ejercito a
la ciudad.
En Chucuito fueron pasados a cuchillo todos sin que hubiese quedado
alma viviente. De la Paz y de todos los lugares de la Sierra de arriba nada se sabe
de fijo, sino hablillas presenciones infaustas; y como el Corregidor de Puno se
ha venido, es regular que quitado este embarazo, ya tengan traficos los indios
de arriba y vengan inundando todos estos otros lugares que se les han dejado
a su disposición; y no sabemos que será de nosotros, porque en la constitución
presente estamos peores que antes.
Al corregidor de Puno que es indiano y jamas ha sido soldado le hu-
bieran sido suficientes mil hombres armados fuera de los suyos para pacificar y
combatir todo el reyno; pero como no se le quisieron dar y ya no tenia ni pólvo-
ra ni balas, ni con que sostener la gente se vino, pero con dos presas a saber: un
fulano Catari que hacia de Virrey por las provincias de La Paz y un general cuyo
nombre se ignora aun que practicaron la destrucción de la ciudad de Chucuito.
El Inspector no nació para el empleo que tiene porque no le acompaña
el valor que se necesita, aunque un genio áspero, violento y tiránico para los
soldados.
Los mulatos de Lima, han demostrado su imponderable cobardía, in-
utilidad, vicios, picardias y que han hecho infructuosamente infinito gasto a Su
Majestad.
Se dice que el Visitador que verdaderamente es hombre muy grande ha
hecho propio a su Exa. sobre el desacierto del regreso del Inspector y delibera-
ción de quitarle aeste las armas y seguir el mismo en persona la conquista. El
de los indios no es valor por que ha pasado a barbarie y obstinación. Ellos no
temen la muerte y pelean con ceguedad.
Si no fuera por la quebrada de los rios de Calca y de Paruro que nos
sirven como de muros, ya hubieramos perecido en esta ciudad, por que por
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