Page 162 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
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                    Chepe mío: No puedo menos que participarte como los Curas de Pam-
            pamarca, de Yanaoca, el Doctor Bejarano y Don Ramón Moscoso, habiendo
            solido escribir al Cuzco, al Obispo y a los demás, relatando todo lo que pasaba
            en casa, y del número de soldados que tenemos, despachando las cartas con el
            Coaqueño; y el comprobante de todo es el haber mandado cerrar hoy la igle-
            sia, sin que hubiese dicho misa ni haber ejercicios cristianos.
                    Todo esto me tiene con bastante cuidado, ya porque estamos entre
            nuestros enemigos, y ya porque nos puede sobrevenir alguna traición repen-
            tina por lo que te participo para que estés advertido, como igualmente de los
            soldados que con bastante estruendo se van previniendo en la pampa de San
            Sebastián.
                    Es cuanto ocurre, y de rogar a Nuestro Señor guarde tu vida muchos
            años.-Tungasuca y Noviembre 26 de 1780.
                    Ya caminó el propio para el Cuzco, y Don Andrés Castelo a su destino.
            Don Juan Antonio Figueroa está ocupándose en la compostura de los fusiles,
            y en hacer balas.- Es tu Mica.
                    Tengo noticia de que tiene compactado dicho Bejarano y el Cura de
            Yanaoca de entregarme a nuestros enemigos con mi hijo, con bastante empeño.
                    Estas y otras noticias que a cada paso llegan a mis noticias, me con-
            funden y me quitan la vida; y sólo me consuelo con pedir a este piadoso Señor
            quien remediará todas estas maquinaciones que están formando.


                    Hija mía.-Recibí tu esquela, juntamente con los pliegos, y hoy respon-
            do al amigo. Sólo te encargo advertir bien al propio que vino del Cuzco que no
            se descuide con la carta, porque importa mucho.
                    Yo todavía estaré allí en 5 ó 6 días aún, por lo que te prevengo que vista
            ésta me remitas dos mil pesos, y que vaya (el mensajero) a Yauri que allí lo
            encontraré.
                    Yo pasaré mañana por Velille, y hasta aquí me va bien; pues la gente de
            esta provincia van saliendo más leales, y en adelante espero salir lo mismo.
                    Tener mucho cuidado con los que están en casa, y dile a nuestro Figue-
            roa que no se descuide, con tener muy prontas todas las armas que estén allí.
                    Ruego a Dios te guarde muchos años.- Altos de Livitaca y Noviembre
            26 de 1780.- Tu Chepe.
                    Después de escrita ésta recibí las cartas de Velille y las del Provisor; y
            no te dé cuidado de nada, porque conmigo no reza nada de esto.



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