Page 747 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            fatiga de unos y otros, desde que tubo principio hasta que llegue el caso de
            su separación. Que es todo quanto puedo exponer a la atención de Vuestra
            Señoría en el particular sobre que Vuestra Señoría determinase lo que fuese
            de su superior agrado.


                                     Urcos, 25 de Mayo de 781.

                                                                    Josef de Lagos.




                    Al Margen:
                    Cuzco, Marzo 31 de 1781.
                    Remítase este informe a Don Marcelino Santos para los fines que se
            expresan, y para que reduzca el número de hombres al que conceptue preciso
            para contener desertores.

                                                                     Areche.


                    Tomose razón.


                    Señor Visitador General Superintendente de Real Hazienda.
                    Señor: Lo que representa a Vuestra Señoría el Comisario de Guerra
            Don Joseph Lagos, sobre la guarda del Puente de Apurímac, y pagamentos a
            los que custodiaron, parece no era conforme a razón para las que patentizare
            a la elevada comprehencion de Vuestra Señoría.
                    Por lo regular los sueldos se dan a correspondencia de los riezgos, y
            aunque era imposible satisfacer a el que se expusieran los que custodiaron
            los Puentes de Apurima, Copa y Cututay, por el evidente que tuvieron de
            tercianas, distancias de sus casas y carencia de mantenimientos; no es regular
            se abatan a tan inusitado prest. No hay Hazienda en la que no se pague a
            los Indios cada dia a dos reales en plata, y medio de chicha sin salir de sus
            Pueblos, ni plantificarse en paraje tan ocasionado a tercianas con las que han
            muerto mas de treinta hombres.
                    En la carta que acompaña se me manda pague a quatro reales diarios
            a cada soldado, y seis a cada cavo, que el que lo ordenó en el tiempo tenía
            facultades para ello parece innegable, y como a mi no me tocará mas que



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