Page 170 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Volumen 2
                                                                             Antecedentes
                                     todas nuestras posesiones,
                                     quitando la vida a estos
                                     ruines, infames sayones.


                                     Quinientos setenta y siete
                                     somos todos los citados,
                                     los que expresamente alzados,
                                     hemos de morir matando,
                                     varios estorbos quitando,
                                     de vidas perjudiciales,
                                     que con ganas insaciables
                                     solo estamos esperando
                                     a que se publique el bando
                                     de los más nuevos impuestos
                                     Mas decimos: ¡Solo viva, viva
                                     el gran Carlos Tercero;
                                     mueran sus malos secuaces
                                     y también el mal Gobierno!
                                     Y si acaso nuestro empeño
                                     no se sirven conceder,
                                     tengan por cierto que sangre
                                     como el agua ha de correr

                                     Quintos, Repartos y Aduanas
                                     solo queremos quitar;
                                     mas las Reales Alcabalas
                                     no repugnamos pagar.
                                     Finalmente acabarase
                                     todo nuestro padecer,
                                     que hasta aqui hemos sufrido
                                     sólo por nuestro querer.
                                     No os acobarden temores
                                     ¡oh, muy nobles ciudadanos!









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