Luego de los triunfos del Ejército Libertador en las batallas de Junín y Ayacucho, y logrado la consolidación de la independencia de la República del Perú, el gobierno de la dictadura de Simón Bolívar, mediante Decreto del 21 de diciembre de 1824, decide convocar a reunirse al Congreso Constituyente, que se declaró en receso por su decreto del 10 de febrero de 1824, decreto que le otorgaba, además, la autoridad extraordinaria de la dictadura a Simón Bolívar, quien vino al Perú siendo presidente de la Gran Colombia.
Al instalarse el Congreso Constituyente, el 10 de febrero de 1825, los parlamentarios no dudaron en proponer iniciativas legislativas que celebraran y homenajearan a los vencedores de tan épicas batallas. Es precisamente en la sesión del 1 de marzo de 1825, que la representación de los diputados del Departamento de Trujillo proponen que se dé el nombre de Capitolio o Asilo de la Libertad a la capital del Departamento, además, de otros varios puntos de utilidad y beneficencia para los pueblos que lo componen, y se resolvió que pasase a la Comisión de Premios.
En la sesión del 9 de marzo de 1825, se leyó el dictamen de la Comisión de Premios sobre la denominación de la Ciudad de Trujillo y su Departamento. Se aprobó que la Ciudad de Trujillo fuese en adelante denominada “Ciudad de Bolívar” y su Departamento de “La Libertad”.
Posteriormente, el Congreso General Constituyente de 1827-1828, restituyó a la capital el nombre de Trujillo, mediante la Ley del 21 de julio de 1827.