La función del Congresista y la participación ciudadana
Hemos concebido este sitio web como una forma de informarle sobre mi trabajo, ponerme a su disposición y recoger sus opiniones e inquietudes. Todo lo que pueda contribuir a una mejor comunicación entre los Congresistas y la ciudadanía nos acerca al ideal de representatividad del Congreso: que cada persona que vive en el país sienta que puede contar con una representación adecuada, que recoja sus necesidades y exponga y defienda sus criterios en las instancias respectivas de análisis y debate. Por eso, a mi modo de ver, como congresista tengo la obligación de mantenerme en comunicación con los ciudadanos y las organizaciones sociales, para conocer sus necesidades y contribuir a darles solución de acuerdo a los procedimientos establecidos.
Un Congresista tiene el deber de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes del Perú, y respetar el Reglamento del Congreso. Debe mantener una conducta personal ejemplar, de respeto mutuo y tolerancia, y observar las normas de cortesía y de disciplina parlamentaria. Generalmente se piensa que los Congresistas tenemos como única función el debatir y aprobar leyes, pero en realidad nuestra función es mucho más compleja. El trabajo de los Congresistas es de tiempo completo, y comprende el trabajo en las sesiones del Pleno, en la Comisión Permanente o las diversas comisiones ordinarias, así como el trabajo en el grupo parlamentario, y la atención a los ciudadanos y organizaciones sociales. El cargo de Congresista es incompatible con cualquier otra función pública, excepto la de Ministro de Estado. Los Congresistas están prohibidos de desempeñar cualquier cargo o ejercer cualquier profesión u oficio durante las horas de funcionamiento del Congreso. Están al servicio de la Nación, y tienen el deber de participar en todas las sesiones del pleno y de las Comisiones de las que son miembros, en la Mesa Directiva o en el Consejo Directivo si asumieran allí algún cargo, o en las sub-comisiones de investogación que integren. Las inasistencias no justificadas son publicadas en el diario oficial, ocasionando los descuentos correspondientes.
Las funciones del Congreso se especifican en el artículo 102 de la Constitución. El Congreso nombra o ratifica a las autoridades que establece la Constitución, y comparte así responsabilidad en estas decisiones con el Poder Ejecutivo, manejando información importante y ejerciendo una permanente vigilancia. Uno de los deberes del Congresista es ejercer control político y fiscalizador sobre el Gobierno y los organismos públicos. Dentro de este rol fiscalizador, tenemos el deber de promover la ética pública, alentando el desarrollo de una cultura anticorrupción, con valores que fortalezcan el cumplimiento de las normas, y sustenten así la institucionalidad democrática. Los Congresistas debemos ser los primeros interesados en reforzar los mecanismos de transparencia en la gestión pública, denunciando cualquier irregularidad, difundiendo los planes de trabajo, y promoviendo la evaluación de su cumplimiento y los logros obtenidos.
Aunque a veces se olvida, la primera función de un Congresista demócrata es representar al pueblo. En cada una de nuestras funciones, los Congresistas deberíamos ser buenos representantes de los ciudadanos que nos eligieron. Por eso nuestra actuación no puede estar sujeta a mandato imperativo: para tener la libertad de defender en todo momento el antiguo ideal del mayor bien para el mayor número de personas. Está en nuestras manos terminar con la indiferencia y empezar a mejorar las cosas. Solo creo que hay mucho por hacer. Esta página será actualizada por lo menos una vez al mes, con información y opiniones sobre los temas más importantes que maneja mi despacho. Si tiene usted algo que aportar o alguna pregunta, puede enviarme un correo electrónico o llamar a los teléfonos que aparecen a continuación:
Es muy importante organizar a la población con el apoyo de los organismos públicos y privados, como mecanismo eficaz para evitar el abuso o desprotección del ciudadano frente a posibles malos funcionarios o autoridades. Sólo de esta manera lograremos la tan ansiada institucionalización del país, base de la democracia.
No puedo dejar de decir que la situación devino en caótica con la centralización que propició el fujimorismo en los últimos 10 años, pues aún cuando el congresista no cuenta con iniciativa de gasto público, es de acuerdo al mandato de la Ley, el vínculo, el representante, y por ende el canalizador o facilitador, fundamentalmente de los poblados más alejados y pobres de la República.
Comenzamos una etapa democrática en la cual debemos nutrirnos de la experiencia y enmendar los errores cometidos en el pasado. Todo está en nuestras manos.
Congresista de la República
Lima, agosto de 2003
CÓMO INCORPORAR LA PARTICIPACIÓN DE LA CIUDADANIA EN MI GESTION PARLAMENTARIA
A nivel Macro:
A nivel Micro:
Planes de Trabajo
para el Período Legislativo 2001-2006
La persona humana, la familia y su integración a la sociedad, siempre han sido, son y serán el gran objetivo y los grandes protagonistas de la acción de gobierno del Partido Aprista. Por nuestra concepción doctrinaria consideramos fundamental el respeto de los derechos humanos: el derecho a la vida, al trabajo, a la salud, a la educación, a la no discriminación, los derechos del niño, de la mujer, de las personas de la tercera edad, los discapacitados, la familia y los derechos civiles y laborales. Es en ese contexto que diseñamos nuestros programas, planteamos nuestras ofertas electorales al país, y trabajamos en el Congreso o en el Gobierno.
Cada Congresista desarrolla planes de trabajo con metas definidas, relacionadas en nuestro caso con las materias más relevantes para el pueblo y las organizaciones sociales. Estos planes de trabajo los desarrolla cada uno según su especialidad, para cada una de las Comisiones que integra.
Para el período del 27/7/2001 al 26/7/2002, soy miembro de tres Comisiones:
En cada una de estas áreas, tengo por presentar diversos Proyectos de Ley, y continuaré el trámite de muchos otros que se encuentran para dictamen en Comisiones, o que quedaron para ser vistos por el Pleno del Congreso y cuentan ya con dictámenes favorables de las diversas Comisiones.
La Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural merece una mención especial. Esta Comisión existe recién desde el 27 de julio del 2001. Hasta el año pasado los asuntos culturales se trataban en la Comisión de Educación, Cultura y Deportes. Analizando la labor de esta Comisión en los períodos legislativos anteriores, pudimos ver que su trabajo se había orientado básicamente al sector Educativo y a Deportes, quedando minimizada la participación del Congreso en la política cultural del país. Esto se justificaba por la importancia y urgencia de los asuntos relacionados con la educación, pero en el fondo la estructura dejaba la cultura del país en manos de fuerzas que ya conocemos sobradamente bien. Muchos estamos de acuerdo en que nuestra cultura nacional, y por lo tanto nuestra autoestima nacional, ha descendido enormemente durante el último régimen. Yo propuse, y se aprobó en este último período, que el trabajo se dividiera en tres sub grupos, para poder dedicar un tiempo a cada uno de los aspectos que debe ver la Comisión, en particular en la temática referida a Cultura. La Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural es nuestra oportunidad de analizar a fondo y mejorar los sistemas de comunicación y difusión que componen nuestra cultura, que es la personalidad y visión colectiva de los diferentes sectores que integramos el Perú.
Lo que hemos logradoen el Período Legislativo 2000-2001
Dentro de mi criterio de trabajo, una iniciativa legislativa debe ser trabajada con las organizaciones de base o los gremios o instituciones involucradas en el tema. Antes de opinar sobre cualquier tema, yo acostumbro consultar a quienes en mi mejor conocimiento representan a las bases involucradas. También he hecho públicos los teléfonos y correos electrónicos en los que se me puede encontrar, y trabajo a tiempo completo para responder e incorporar todas las iniciativas pertinentes. Muchas veces siento que representar a veintiséis millones de personas es un reto difícil, y muchas veces me siento impotente al saber que las autoridades de base y la población en general podrían estar mejor informados y más involucrados, y sueño con mejores métodos de comunicación con la gente. Por eso, creo que actividades como esta tienen gran importancia como esfuerzo de difusión, cumpliendo un poco con el sueño de la asamblea que permite a las autoridades conocer mejor a la ciudadanía, y permite a la gente conocer mejor las posibilidades reales de sus congresistas, creando un mecanismo directo y eficaz para que los representados se sientan parte del proceso que lleve a la solución de sus problemas o demandas.
Durante el período legislativo anterior, fui miembro de tres Comisiones:
En el campo de la Salud, he trabajado el Proyecto de Ley 824-2000, que exonera del pago de Impuesto General a las Ventas y de aranceles a los medicamentos utilizados para tratamiento de enfermedades oncológicas y de VIH Sida. Este proyecto lo trabajé en consulta con el Colegio Médico, el Instituto de Enfermedades Neoplásicas, Vía Libre, y otras Instituciones, logrando que sea aprobado y promulgado como Ley el 19 de mayo último.
También en salud, el proyecto 1011-2000 propone la atención obligatoria en emergencias y partos en todos los establecimientos de salud, tanto públicos como privados. Este proyecto fue trabajado en estrecha colaboración y consulta con el Ministerio de Salud, EsSalud, con informe favorable del Ministerio del Interior y del Colegio Médico. Se encuentra con dictamen aprobado por unanimidad, para ser visto por el Pleno del Congreso en su momento.
En cuanto a trabajo, he presentado a nombre de mi Partido tres propuestas, recogiendo las iniciativas de diversas organizaciones sociales que representan a la mujer: La primera, con el número 704-2000, que permite que la madre trabajadora del sector privado pueda ejercer su derecho a la hora de lactancia hasta que su niño cumpla un año. La segunda, el proyecto 703-2000, que reinstaura las casas cuna en los centros laborales, para que los niños de padres y madres trabajadores puedan ser debidamente atendidos, permitiendo a los padres desempeñar su labor sin el riesgo de descuidar a sus pequeños. Y en tercer lugar el proyecto 705-2000, que plantea impedir el despido de la madre gestante, dándole preferencia en la renovación del contrato de trabajo. Los tres proyectos se encontraban con dictámenes favorables para ser aprobados en la última sesión frustrada del Congreso.
He trabajado en estrecha colaboración con la Coordinadora Metropolitana del Vaso de Leche el proyecto de ley 724-2000, ampliando los alcances del vaso de leche a menores de cero hasta trece años, y a ancianos y tebecianos, incorporando en forma mayoritaria a las madres en los comités de gestión administrativa, para que así puedan ejercer una efectiva fiscalización que nunca más permita la manipulación de su organización de base con fines políticos. Esta Ley fue aprobada y promulgada y es ya una realidad para ser aplicada a nivel nacional.
He presentado el proyecto de Ley 1639-2000, Proyecto de Ley del Artista Intérprete y Ejecutante, en cuyo contenido se trata de promover la actividad artística y proteger los derechos sociales y laborales que asisten a los artistas. Esta Ley la he venido trabajando, desde el mes de agosto pasado, mediante un acercamiento al Sindicato de Artistas Intérpretes del Perú y a la Federación Nacional de Trabajadores y Artistas del Espectáculo, para lograr un proyecto que refleje fielmente sus necesidades. Actualmente, este Proyecto de Ley se encuentra esperando su dictamen en Comisiones del Congreso.
Además de mi labor legislativa, durante el período de transición he desempeñado la presidencia de la subcomisión investigadora de la denuncia constitucional contra la Contralora General, Carmen Higaonna, presentando un informe final donde se recomienda la acusación constitucional a dicha funcionaria, por presuntos delitos de falsedad genérica y abuso de autoridad.