Pieza Documental del Mes

Ley que declara que Juana de Dios Manrique de Luna, merece la gratitud nacional por los servicios que prestó a la causa por la Independencia del Perú

El 24 de noviembre de 1982, la Diputada por las Provincias de Lima Judith Prieto de Zegarra, presenta el Proyecto de Ley N° 1057, evocando la figura de Juana de Dios Manrique de Luna, extraordinaria dama limeña, que durante el proceso independentista colaboró activamente sirviendo de enlace en las comunicaciones entre los patriotas, además, de apoyar financieramente la lucha por la liberación de la Patria. Fue precisamente Juana de Dios Manrique, quien contactó a José Olaya Balandra, gran patriota, quien no dudó en prestar sus servicios en un escenario como el de junio de 1823, en el que las tropas realistas al mando del General José de Canterac, tenían ocupada Lima y el Presidente de la República José de la Riva Agüero, había trasladado los órganos del poder y las fuerzas patriotas a la Fortaleza del Real Felipe del Callao.

La Señora Juana de Dios Manrique de Luna, recibía a través de José Olaya Balandra, la correspondencia que desde el Callao, don José Antonio de Sucre enviaba a los Patriotas de Lima. Al lado de su esposo el distinguido patriota José Cayetano Luna, convirtieron sus casas en Huacho y Lima, en centro de insurgencia, siendo además, refugio de los patriotas que lo requerían.

En la sesión de la Cámara de Diputados del 25 de noviembre de 1982, al sustentar su propuesta, la Diputada Judith Prieto de Zegarra, hace referencias de las acciones de Juana de Dios Manrique de Luna a favor de la causa independentista: 

“…esta mujer, era a la vez, dirigente de un grupo de señoras, que yo me voy a permitir leer el nombre de ellas, porque fueron las conspiradoras que estuvieron muy cerca de las bases secretas en las cuales se escondían los patriotas (…) fueron: doña Antonia Zumaeta de Riquero, doña Carmen de la Riva de López Aliaga, doña María de Isla, doña Tomasa Visitación Requena, doña Teresa Garay, doña Carmen Palacios de Tellería, doña Juana Sánchez de Zumaeta y doña Águeda de Tagle.

Estas mujeres ayudaron a Juana Manrique de Luna, a entregar precisamente estas cartas, muchas de ellas venían en clave a los grupos importantes de Lima. De manera que la obra de Olaya, hubiera sido inútil sino hubiera estado presente esta gran patriota y esta gran mujer…”

La propuesta fue admitida a debate a las Comisiones de Universidades. Ciencia y Cultura, que presenta su dictamen el 28 de abril de 1983, siendo aprobado en sesión de la Cámara de Diputados el 10 de mayo de 1983. El Senado de la República lo aprueba en revisión en sesión del 12 de mayo de 1983. Es promulgada por el Presidente de la República Fernando Belaunde Terry, como la Ley N° 23599 el 25 de mayo de 1983.