CONOCIENDO EL PALACIO LEGISLATIVO


RETRATO DE SAN MARTÍN

Retrato de Don José de San MartínAl ingresar al Hemiciclo del Congreso de la República se puede apreciar levantando la vista por encima de la estructura de la Mesa directiva (Testera, al lado izquierdo del alto relieve de la Declaración de la Independencia) el retrato del General Don José de San Martín.

Este lienzo de gran tamaño fue obra del reputado artista, pintor nacional, Daniel Hernández.

(1). Extraído de SANTUARIOS PATRIÓTICOS. Guía Histórica y biográfica del Panteón Nacional de los Próceres. Del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú. 4ta edición. Lima Perú. Pág 11 al 13.

BIOGRAFÍA LIBERTADOR DON JOSÉ DE SAN MARTÍN

"Nacido en las misiones jesuitas de Yapeyú el 25 de febrero de 1777, José de San Martín marchó a España antes de cumplir los cinco años de edad, llevado pro sus padres para que completara su educación en los colegios de la península. Tenía 13 años cuando ingresó de cadete al regimiento Muecia, dando así comienzo a la carrera militar en que estaba llamado a distinguirse durante la invasión napoleónica. San Martín tomó parte activa en las guerras de España contra Inglaterra y Francia, combatiendo en Cabo San Vicente, en el norte de África, en Arjonilla, en Bailén, y finalmente en Albuera. Por sus servicios a la Madre Patria y sus grandes condiciones militares, valor, inteligencia, disciplina y lealtad, fue ascendido a Tnte. Crnel. de caballería y recibió las medallas concedidos por dichas acciones de armas. Ya para 1812, San Martín manifiesta sus sentimientos americanistas y sus simpatía por la emancipación de las colonias españolas. Juzga que ha cumplido su deber para con al patria de sus padres, derramando su sangre para defenderla de la agresión napoleónica, y que ya debe consagrar su vida a la libertad del pueblo en que ha nacido. Como sigue de cerca el movimiento liberal de la época y mantiene tratos con las logias que trabajan por la libertad de América, decide su viaje a Buenos Aires, a donde llega en 1812. El gobierno argentino le revalida su clase militar y le encomienda la organización del Regimiento Granaderos a Caballo que habría de vencer, primero en San Lorenzo, en 1813, y más tarde participar en forma brillante en las campañas por la libertad de Chile, Perú y Ecuador. En 1814, asume el mando del Ejército Argentino del Alto Perú en lugar de Belgrano, y luego la Gobernación de Cuyo, donde comienza a echar las bases del Ejército de los Andes. Por sus talentos militares y su espíritu organizador, es promovido a la clase de Capitán General y recibe el apoyo del Gobierno para preparar la expedición destinada a libertad a Chile. En 1817, pasa los Andes, en una hazaña sólo comparable a la que realizó Bolívar para llevar sus armas victoriosas hasta Bogotá. San Martín logró el triunfo de Chacabuco el 12 de febrero de ese año, y tras el momentáneo revés de Cancharayada, alcanzó la jornada decisiva de Maipú el 5 de abril de 14818, que consumó la independencia de Chile. Su entrada a Santiago fue triunfal, como salvador de la libertad de ese país. Ese triunfo le permitió consagrarse a su grande ideal de llevar las armas de la patria al Perú, tal como o había anunciado desde 1814. El 20 de agosto de 1820, zarpaba de Valparaíso la flota al mando de Cochrane, conduciendo la Expedición Libertadora que el 8 de setiembre desembarcó en Paracas. El mismo día del arribo a Pisco, San Martín lanzó una proclama a sus soldados, diciendo: "Hemos llegado al lugar de nuestro destino, y sólo falta que el valor consuma la obra de la constancia... acordaos que no venía a hacer conquistas sino a libertar pueblos. Luego pasó a Huaura para iniciar la campaña militar que le abrió las puertas de Lima, a donde entró el General San Martín el 10 de julio de 1821. El 28, juró la independencia del Perú con la bandera peruana que él había creado en Pisco pocos meses antes; y el 2 de agosto, desligándose de toda dependencia política a Chile, asumió el mando supremo en el Perú con el título de Protector. El 26 de julio de 1822 se entrevistó con el Libertador Bolívar en Guayaquil. De regreso convocó el 20 de setiembre del mismo año, saliendo del Perú para siempre. Al entregar las inignias del Poder, San Martín dijo: "He cumplido la promesa sagrada que hice al Perú: he visto reunidos los representantes: fuerza enemiga ya no amenaza la independencia de unos pueblos que quieren ser libres y que tienen los medios para serlo".

El Congreso Constituyente en reconocimiento de los servicios prestados pro el Protector a nuestra independencia, le acordó, entre otros honores, los títulos de Primer Soldado de la Libertad, Generalísimo de las Armas del Perú, Fundador de la Libertad del Perú, el agrado de Capitán General y el uso de la banda bicolor con los honores del poder ejecutivo en todo el territorio del país. Además, dispuso que se le levantara una estatua y que un busto del Generalísimo fuera erigido en la Biblioteca Nacional, por él fundada.

Entre 1822 y 1850 San Martín vivió desterrado en Europa, salvo un breve viaje que hizo a Buenos Aires en 1829. Pero aún de lejos siguió preocupándose por los sucesos del Perú y Argentina, cuyas luchas políticas produjéronle penosa impresión pues iban contra sus más caros ideales. "Cada gota de sangre americana que se vierte -decía- me llega al corazón". Al igual que Bolívar amó el orden y la armonía nacionales. Pensaba en la unión de todos los pueblos de América y el respeto a los principios en que se funda la prosperidad y la riqueza de los pueblos. En vísperas de morir todavía pensaba en el Perú, su segunda patria, y así en su testamento mandó devolver el pendón Pizarro que le obsequiara el Ayuntamiento de Lima al renunciar el Mando. Falleció en Boulogne Sur Mer el 17 de agosto de 1850.

Como gobernante el Perú debe al General San Martín importantes reformas sociales y jurídicas: suprimió la mita y el tributo de los indios; prohibió la pena de azotes, la tortura y la horca; estableció la libertad de imprenta; fundó la Biblioteca Pública de Lima; decretó la libertad de los esclavos nacidos en el Perú y medidas de seguridad individual y colectiva. Fundó colegios, impulsó las industrias y enalteció la dignidad del hombre. Creó nuestra Bandera y el Himno Nacional. Fomentó la cultura y pudo cumplir la promesa que hizo antes de salir de Chile de que venía a luchar por la libertad y contra la injusticia y la ignorancia. "San Martín es el más grande de los héroes, el más virtuoso de los hombres públicos, el más desinteresado patriota, el más humilde en su grandeza y a quien el Perú, Chile y las Provincias Argentinas le deben su vida y su ser político", fue el juicio que el ilustre soldado mereció de los peruanos a su retiro del país" .
El Congreso Constituyente en reconocimiento de los servicios prestados pro el Protector a nuestra independencia, le acordó, entre otros honores, los títulos de Primer Soldado de la Libertad, Generalísimo de las Armas del Perú, Fundador de la Libertad del Perú, el agrado de Capitán General y el uso de la banda bicolor con los honores del poder ejecutivo en todo el territorio del país. Además, dispuso que se le levantara una estatua y que un busto del Generalísimo fuera erigido en la Biblioteca Nacional, por él fundada.

Entre 1822 y 1850 San Martín vivió desterrado en Europa, salvo un breve viaje que hizo a Buenos Aires en 1829. Pero aún de lejos siguió preocupándose por los sucesos del Perú y Argentina, cuyas luchas políticas produjéronle penosa impresión pues iban contra sus más caros ideales. "Cada gota de sangre americana que se vierte -decía- me llega al corazón". Al igual que Bolívar amó el orden y la armonía nacionales. Pensaba en la unión de todos los pueblos de América y el respeto a los principios en que se funda la prosperidad y la riqueza de los pueblos. En vísperas de morir todavía pensaba en el Perú, su segunda patria, y así en su testamento mandó devolver el pendón Pizarro que le obsequiara el Ayuntamiento de Lima al renunciar el Mando. Falleció en Boulogne Sur Mer el 17 de agosto de 1850.

Como gobernante el Perú debe al General San Martín importantes reformas sociales y jurídicas: suprimió la mita y el tributo de los indios; prohibió la pena de azotes, la tortura y la horca; estableció la libertad de imprenta; fundó la Biblioteca Pública de Lima; decretó la libertad de los esclavos nacidos en el Perú y medidas de seguridad individual y colectiva. Fundó colegios, impulsó las industrias y enalteció la dignidad del hombre. Creó nuestra Bandera y el Himno Nacional. Fomentó la cultura y pudo cumplir la promesa que hizo antes de salir de Chile de que venía a luchar por la libertad y contra la injusticia y la ignorancia. "San Martín es el más grande de los héroes, el más virtuoso de los hombres públicos, el más desinteresado patriota, el más humilde en su grandeza y a quien el Perú, Chile y las Provincias Argentinas le deben su vida y su ser político", fue el juicio que el ilustre soldado mereció de los peruanos a su retiro del país" .